4 características del rol del analista organizacional
Continuando con el tema de análisis organizacional, explicaremos aquellos aspectos esenciales con los que debe contar un analista organizacional para abordar su trabajo.
Recordemos que todo proyecto de análisis organizacional se inicia con un pedido de consulta de un cliente que solicita la colaboración experta de un profesional o de un equipo para encarar un problema o conflicto organizacional, enfrentar una crisis o promover un desarrollo, tomando en cuenta aspectos humanos y organizativos. Dado su importancia en el proceso, es necesario remarcar las características de un analista.
El rol del analista organizacional se caracteriza por cuatro aspectos esenciales:
- Independencia y autonomía profesional
- Relación de colaboración
- Carácter analítico de la función
- Neutralidad
Independencia y autonomía profesional
El carácter independiente del rol deviene del hecho de que el analista no forma parte del «sistema de autoridad» de la organización. En otras palabras, este no es empleado de la misma y por ende no tiene jefes ni subordinados dentro de ella. No recibe ni imparte instrucciones ni órdenes. El concepto de independencia está reforzado por el de «autonomía profesional», según el cual el analista tiene amplia libertad para operar dentro de ciertos límites, que le es conferida por su condición de profesional experto. La autonomía profesional implica también el uso de la propia discrecionalidad en la administración de un programa de acción, libertad para formular un diagnóstico, así como recomendaciones o prescripciones en función de tal diagnóstico.
Relación de colaboración
Para poder operar, el analista y el cliente necesitan negociar acuerdos que comienzan con el establecimiento de condiciones y objetivos de trabajo, pasan por la elaboración conjunta de la información y de las conclusiones y concluyen con la definición de los cambios que se pretenden lograr. Independencia y colaboración van unidos. El analista necesita ayuda para poder ayudar; compromiso compartido, interés conjunto en arribar a una comprensión de los problemas de la organización y en la búsqueda de soluciones adecuadas. Si los integrantes de la organización no manifiestan interés y voluntad de participar, no se puede realizar una indagación útil, puesto que los problemas significativos no pueden ser conocidos por un observador externo si los miembros de la organización no le suministran datos fidedignos. Para que esto ocurra debe mediar una alta dosis de confianza.
Carácter analítico de la función
El carácter asesor y analítico del rol se refiere al hecho de que el analista no da indicaciones ni consejos sino que ayuda a tomar decisiones, es decir que cumple con una función analítica. Este es independiente; no está personalmente involucrado en la organización y en sus problemas; es de afuera. Podemos decir que ofrece ayuda analítica, no incita a un particular curso de acción.
Neutralidad
Por último, debemos agregar el carácter neutral del rol del analista organizacional.
La problemática de poder constituye una dimensión privilegiada del análisis. Para operar en forma simultánea con todos los grupos significativos de poder se requiere que el analista sea neutral respecto de los intereses en juego.
Bibliografía: Aldo Schlemenson, «Análisis organizacional y empresa unipersonal».
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